Adopteca.

La biblioteca de la adopción y más

¿De qué va esto?

* La Adopteca es una Base de Datos, en la que podrás encontrar muchos libros en los que se habla de la adopción, sobre China, sobre la multiculturalidad, o sobre otros temas que nos interesan.

Comentarios

Todos ellos serán bienvenidos, sobre todo los que nos cuenten que tal les ha parecido el libro.

* Podréis hacerlo desde la opción "Sin comentarios" o "Comentarios" (si ya los hubiera) justo debajo del título de la entrada.

Li Bao y Cui Cui


LI BAO Y CUI CUI
(Cuento de la nacionalidad han)

Había una vez un niño llamado Li Bao. Su madre había muerto cuando él era muy pequeño y desde entonces vivió con una cruel madrastra. Li Bao fue creciendo día a día y la madrastra comenzó a preocuparse por los bienes de la familia. Su deseo era matar a Li Bao para el hijo que ella misma había concebido disfrutara solo de todo lo que poseían.

Un día, cual un gato que va a curar a un ratón, la madrastra dijo, fingiendo compasión:

-Li Bao, a tu edad ya deberías conseguirte una mujer. Pero somos muy pobres, ¿quién va a querer mandar a su hija para que sufra en una casa pobre como ésta? Debemos pensar algo para juntar un poco de dinero y conseguirte una esposa. – Li Bao todavía no había abierto la boca cuando ella prosiguió:

-Te voy a dar una vaca y un toro y tú irás a la montaña a pastorearlos. Volverás cuando hayan tenido cien crías: entonces las venderemos y así podrás conseguir esposa. Si tienes fuerza de voluntad no vuelvas aunque te falte sólo uno. Si no esperas y regresas antes, te advierto que no estaré dispuesta a seguir manteniendo a un muchacho sin futuro como tú, ¡y no entrarás más en esta casa!

Li Bao, con el corazón como atenazado por cuchillos, lloraba y pensaba: ¿Cómo es posible que dos animales engendren cien hijos? La montaña está llena de tigres, lobos y leopardos, ¡quién sabe si no nos comerán a todos! Cuanto más lo pensaba más claro tenía que aquello era una intriga de la madrastra para terminar con él. Pero lo pensó mejor y llegó a la conclusión de que era preferible que lo comiera un lobo o un tigre a quedarse en esa casa con la aviesa madrastra. Entonces apretó los dientes y asintió.

Ese mismo día Li Bao cogió el látigo para los animales, y se cargó al hombro un bulto consistente en una olla con un tazón, cucharas y un viejo edredón floreado. Así partió. Primero atravesó algunos picos y lomas hasta que llegó a la ladera de una montaña llena de verdes hierbas. Decenas de frondosos pinos y cipreses crecían alrededor del agua de la fuente, y rodeaban un templo del dios de la montaña, completamente hecho de piedra. Aunque las puertas y ventanas del templo estaban íntegras, el interior aparecía totalmente vacío. Li Bao recogió algunas hierbas, las ató e hizo una escoba, con la cual barrió el interior hasta dejarlo limpio. Luego se armó una cama con hierbas y hojas secas. Con tres piedras improvisó un horno; mientras, en la pared occidental quedaba lugar para los vacunos. Cerrando bien la puerta las bestias no podían entrar, de forma que Li Bao tuvo un lugar seguro para vivir.

Un día, después del desayuno, Li Bao llevó a los animales hasta la pradera. Al llegar allí puso la fusta a un lado y se recostó en la hierba mirándolos pastar. Al momento cerró los ojos y se quedó dormido: cuando se despertó ya iba a ser mediodía. Se puso de pie desperezándose, luego recogió el látigo y pensaba llevar a los animales hasta el templo para hacer su almuerzo, cuando vio de pronto una serpiente verde y otra blanca luchando en una roca de la montaña.

Las serpientes se mordían entre sí y era difícil de distinguir cada una y saber cuál estaba en ventaja. Li Bao fue como una flecha y restalló su látigo. Las dos serpientes se asustaron mucho, salieron corriendo cada una por su lado y desaparecieron en un abrir y cerrar de ojos.

Al otro día después del desayuno Li Bao llevó de nuevo a las bestias a pastar. Buscó una piedra y apenas se había sentado escuchó a alguien que gritaba:

- ¡Li Bao! ¡Li Bao!

Levantó la cabeza pero no vio a nadie por ningún lado. Pensó: “¿Quién se atreve a venir a estas montañas desoladas y salvajes exponiéndose a que lo coma el lobo? Debe ser que escuché mal”. Pero pasó un rato y se volvió a oír el grito.

- ¿Quién es? – preguntó al tiempo que se levantaba - ¡Sal, no bromees con este pobre muchacho!

Apenas hubo terminado de hablar cuando apareció una persona atrás suyo y le dijo, palmeándole la espalda:

- ¡Aquí estoy! – Li Bao se dio vuelta y vio a un hombre que llevaba pantalones verdes, blusa verde, zapatos verdes y sombrero del mismo color. Miraba a Li Bao y le sonreía. El joven se quedó muy asombrado. Nunca había visto a persona alguna en aquellos sitios y hete aquí que hoy venía alguien a hablar con él, ¡qué alegría!

- ¡Li Bao! No me conoces ¿verdad? Yo me llamo Qing Qing. Ayer peleé aquí con Bai Bai. Si tú no me hubieras salvado Bai Bai podría haberme matado a mordiscos. Cuando llegué a casa se lo conté a mis padres. Hoy te invito a que vengas a mi hogar a jugar, vente ahora mismo conmigo – le rogó.

- No puedo ir. Si lo hago no hay quien me cuide los animales: tengo miedo que se escapen y se los coma el lobo.

- Si los pierdes te compensaré con cien burros – contestó el otro cordialmente.

Li Bao no tenía nada más que decir, así que ató bien a los animales y siguió a Qing Qing hacia el suroeste. Por el camino iban charlando y charlando. Cuando llegaron hasta una cueva de la montaña, Qing Qing se detuvo y dijo señalando la cueva:

- Li Bao, ésta es mi casa. Mi padre después de ofrecerte un banquete te hará un regalo. Aquí en la montaña, el oro y la plata no son útiles. Pide ese palo de raíces de azufaifa que está colgado detrás de la puerta; es un palo milagroso y el tesoro de la familia. Cuando se acerquen a tu casa las bestias feroces o los bandidos, tú tirarás hacia el cielo el palo y dirás: “¡Palo milagroso! ¡Palo milagroso! ¡Demuestra tu poder! ¡Defiende la tranquilidad de Li Bao!”. De esta manera él matará a todos los que te quieran hacer daño.

Li Bao siguió a Qing Qing por la cueva que se iba ensanchando a cada paso y se hacía cada vez más luminosa: luego notó una gran muralla y un patio. Los ladrillos eran verdes y blancos, con colocación muy pareja. A ambos lados de una enorme puerta había dos grandes leones de piedra con aire marcial. Avanzaron hasta allí, la gran puerta negra se abrió: salieron a su encuentro un viejo de barbas blancas y una anciana de pelo cano, quienes dijeron sonriendo:

- ¡Ha llegado Li Bao! Gracias por haber salvado la vida de nuestro hijo. ¿Cómo podremos corresponder tu bondad? – y a un tiempo los tres lo encaminaron a la sala de visitas.

Después de que Li Bao se hubo lavado la cara y tomado el té, se sirvió la mesa. Los platos se iban sucediendo uno tras otro, a cual más rico y más exótico. Era la primera vez en su vida que Li Bao veía una mesa tan abundantemente servida. Comió y bebió hasta hartarse y cuando terminó de comer y de tomar el té se despidió como para irse. Entonces el viejo ordenó a un alguien que trajera una bandeja con oro y otra con plata y le manifestó a Li Bao:

- Tú eres el salvador de mi hijo. No tengo nada bueno para ofrecerte como agradecimiento. Recibe por favor este insignificante regalo, para expresarte mis respetos.

- Es mi obligación ayudar a los demás a salir de las dificultades. Ya he recibido un buen banquete y una gran muestra de afecto, ¿qué más puedo pedir? – contestó Li Bao.

- Eso no. Tú has salvado de buen corazón a una persona, ¿cómo no voy a agradecértelo?

El viejo siguió insistiendo, pero Li Bao no aceptaba. Entonces no le quedó más remedio que decir:

- Entonces hagamos así: mira lo que más te guste de esta casa y llévate dos. Así quedará cumplida nuestra intención.

Li Bao miró por todas partes, notó que detrás de la puerta había en verdad colgado un reluciente palo de azufaifa, y dijo tímidamente:

- … Denme ese palo de azufaifa. Me servirá para defenderme de los animales salvajes.

El viejo dudó un poco y contestó:

- Bien, cógelo. Puedes defenderte de los animales salvajes con él, pero no lastimar a la gente. Qing Qing, acompaña a tu salvador.

Qing Qing acompañó a Li Bao hasta un cruce del camino y le expresó con reticencia:

- Hermano Li Bao, te voy a decir la verdad. Mi pelea de ayer con Bai Bai fue porque yo quería una maceta que hay en su casa con una flor llamada yuzan; él no me la quería dar, y me llamó “diablo negro”. Yo pienso que seguramente Bai Bai te invitará a su casa. Cuando su familia te ofrezca cosas en agradecimiento no aceptes nada, sólo esa maceta con la flor. ¡Ay, esa flor! Pero ahora no te diré nada, eso lo sabrás tú mismo después… No te olvides de esto por nada del mundo,… ¡Adiós! – y dicho esto volteó la cabeza y se convirtió en una serpiente verde que desapareció hacia el suroeste.

Al otro día, después de desayunar, Li Bao se disponía a salir con los animales a pastar cuando vio a lo lejos un joven que se acercaba. Estaba vestido de blanco de la cabeza a los pies, y gritaba, al tiempo que lo saludaba con la mano:

- ¡Li Bao! ¡Li Bao! – Li Bao pensó que seguramente sería el Bai Bai que le había nombrado Qing Qing, entonces preguntó:

- ¿Quién eres? ¿Cómo sabes mi nombre?

- Me llamo Bai Bai. Anteayer me salvaste, ¿no lo recuerdas? Ayer vine a invitarte a mi casa, pero no te encontré. Sólo vi a tus animales pastando. Te invito hoy, ¡ven!

- No puedo ir, si el tigre se come mis animales mi madre me pegará.

- No te preocupes. ¡Si pierdes una vaca yo te daré cien caballos!

Li Bao no pudo replicar nada: no le quedó más que seguir a Bai Bai hacia las montañas del noreste. Subieron una montaña y algunas lomas hasta que llegaron a una cueva en plena montaña.

- Esta es mi casa – dijo Bai Bai.

Entraron los dos en la cueva y no habían caminado mucho cuando apareció ante su vista un espacio de suelo plano lleno de flores y plantas muy extrañas. Pájaros raros y preciosos volaban por el cielo mientras que en tierra corrían curiosos animales. A través de un pasillo de piedras de colores llegaron a un quiosco rodeado de agua y flores de loto. Gasas de color verde cubrían las ventanas de estilo clásico. Después de pasar la cortina se sentaron y Bai Bai le sirvió té frío en un vaso de cristal.

- Hermano Li Bao, espera un momento, voy a llamar a mis padres – le dijo.

Li Bao observó a su alrededor. El suelo estaba cubierto de ladrillos con motivos de pájaros y un fénix, de mucho colorido. Las mesas, las sillas y los bancos eran de un sándalo rojo y brillante, la delicada vajilla que estaba sobre la mesa presentaba múltiples colores. Las flores rojas y las hojas verdes de los motivos parecían reales.

Muy pronto se oyó un ruido de pasos. Al tiempo que se abría la cortina apareció un anciano encorvado de blancas barbas y una viejita de cabellos plateados.

- Bai Bai ha ido a invitarte dos veces y al fin estás aquí – dijeron sonriedo. – Siéntate, ¡por favor! Si no hubiera sido por tu bondad nuestro hijo Bai Bai ya estaría muerto hace dos días… Bai Bai, ¡ordena pronto que sirvan la comida!

Dos sirvientas pusieron la mesa y al ratito se empezaron a amontonar los platos exóticos, a cual más sabroso.

Cuando terminó la comida Li Bao quiso volver a cuidar sus animales. Bai Bai ordenó traer una gran bandeja con monedas de oro y una caja con perlas blancas, para regalarle a su amigo.

El muchacho hizo como le había dicho Qing Qing y no aceptó ningún regalo. Sólo dijo, muy tímidamente y señalando aquella maceta:

- Esta flor es muy linda, ¿me la podrían regalar?

En el rostro del viejo se dibujó un gesto de embarazo mientras en los ojos de la anciana se asomaron grandes lágrimas, que se desprendían como perlas de un collar roto. Bai Bai miraba a sus padres sin hablar.

- No se pongan tristes – se apresuró a decir Li Bao – .No quiero la flor, ya me voy – .Y diciendo esto comenzó a caminar. Pero Bai Bai se le interpuso en su camino, se acercó a sus padres y les murmuró algo. Los dos ancianos asintieron con la cabeza y su rostro de preocupación se volvió alegre.

- Li Bao, no te enojes – le dijeron – . Hay una razón para que hayamos actuado así, pero ahora no te la podemos decir. Ya la sabrás tú mismo… Ya que te gusta esa flor, entonces ¡llévatela!... Esperamos que la cuides bien – y dicho esto le ordenaron a Bai Bai:

- Carga la flor y acompaña a Li Bao.

- Por nada del mundo – dijeron por último a nuestro héroe –, la expongas al viento o a la lluvia ni la hagas pasar mal alguno.

Llevando la flor, Bai Bai acompañó a Li Bao hasta la salida de la cueva. Este último lo quiso persuadir repetidas veces a que volviera, pero el otro no quería dejarlo y lo acompañó hasta el sitio adonde había peleado con Qing Qing.

Ya muy seguro, Bai Bai le entregó entonces la flor a su amigo diciéndole:

-Espero que puedas hacer lo que te aconsejaron mis padres, no seas injusto con ella… - Bai Bai sacó un pañuelo, se secó las lágrimas y se despidió, partiendo hacia el noreste.

Li Bao estaba confundido. ¿Por qué esta flor había provocado una lucha a vida o muerte entre Qing Qing y Bai Bai? ¿Por qué los ancianos eran capaces de desprenderse de oro, plata y perlas y no de esa planta? Como si fuera una madeja enredada, por más que pensaba en el problema no daba con la punta del hilo.

Cuanto más cargaba la planta más pesada se le hacía, transpiraba del esfuerzo. Entonces la colocó en el suelo. Intentaba sentarse a descansar un poco cuando vio que la cuerda que ataba a la vaca se había soltado. Corrió a agarrar la cuerda: al verlo el animal, lo olió y le lamió las manos, como una muestra de cariño. El sol estaba por esconderse en la montaña y Li Bao pensó que los animales también tendrían sed. Entonces se apresuró a llevarlos a la orilla del agua: de repente sintió una diáfana voz a sus espaldas.

- ¡Hermano Li Bao! ¿Cómo me dejas aquí y no te ocupas de mi persona? – Li Bao volteó a mirar. Allí había una joven que parecía un hada, ataviada con sedas verdes. Sobresaltado y contento a la vez, Li Bao se sintió más y más confundido.

- Li Bao – dijo sonriendo la hermosa muchacha –, ¿has olvidado lo que te dijeron mis padres y mi hermano? ¿Te olvidas de todo junto a tus animales? – Li Bao se quedó estupefacto, y preguntó:

- ¿Quién eres tú?

- Me llamo Cui Cui y soy la hermana mayor de Bai Bai. Yo soy la flor que cargabas hace un rato.

Sin darse cuenta llegaron al templo. Li Bao ató bien los animales y luego entró al templo en compañía de la joven. El bajó la cabeza tímidamente y dijo vergonzoso:

- Muchacha, yo no sabía que esa flor eras tú. Ya ves que no tengo ni comida ni vestidos y vivo solo en la profundidad de la montaña. ¿Cómo voy a dejar que una muchacha tan mimada como tú venga a penar aquí? Aprovechemos que aún o ha oscurecido, te acompañaré a tu casa.

- Hermano Li Bao, te diré la verdad. Cuando era pequeña frecuentemente iba a jugar a tu aldea y por ello estoy segura de que eres una persona de buen corazón. Tu madrastra te ha maltratado de mil formas, pero tú eres laborioso, valiente y tienes voluntad. Desde que hace un mes te viste obligado a venir aquí, vengo día a día a observarte a escondidas. Cuando no te veía, la comida no me sabía sabrosa y dormía intranquila. Siempre he pensado buscar una oportunidad para hablar contigo, pero me ha dado vergüenza. – Hizo una pausa y continuó. – Qing Qing es el hijo único de mi tía paterna y desde pequeño ha sido malcriado; sólo sabe estirar los brazos para que lo vistan y abrir la boca cuando lo alimentan. Además se le han pegado algunas costumbres inmorales. El ha venido muchas veces a pedir mi mano, pero yo no le he hecho caso. También ha obligado a mi tía a interceder por él. A mis padres, delante de la hermana de mi padre, también les ha dado reparo decirle algo. No les quedó más remedio que decirle a Bai Bai que hablara con él para que me olvide. Nadie se hubiera imaginado que Qing Qing se iba a indignar y hasta llegar a pelearse con Bai Bai. Afortunadamente tú salvaste la situación. Gracias a Dios y a la ayuda de mi hermano, hoy estamos juntos nosotros dos. Si te disgusto no me quedaré a tu lado, me iré enseguida…

- ¡De ninguna manera! ¿Cómo me vas a disgustar? ¿Cómo me vas a disgustar? – Se apresuró a replicar Li Bao, al tiempo que se levantaba para preparar la comida.

- Por hablar nos hemos olvidado que es tarde. ¡Hay que entrar a los animales! – dijo Cui Cui.

Li Bao entró a los bovinos y los ató bien. En el momento de dar vuelta la cabeza vio sobre la mesa de piedra un plato de pollo frito, otro de hongos frescos y otro más lleno de panecillos al vapor calientes.

- ¿De dónde ha salido esto? – preguntó extrañado.

- No preguntes de dónde ha salido esto, ¡mira de dónde ha salido aquello! – Li Bao siguió la dirección del dedo de Cui Cui y así pudo ver en la pared del este una gran cama de dos plazas en reemplazo de su lecho de hojas secas, con edredones verdes y colchones rojos y almohadas bordadas, todo muy bien tendido.

- Contigo, ya no tendré de qué preocuparme – expresó Li Bao con satisfacción.

Desde esa noche ellos constituyeron una íntima pareja.

Al día siguiente, ella le dijo a Li Bao:

- Hermano Li Bao, mira como vuelan en conjunto las ocas salvajes en el cielo y como las hormigas caminan en grupo por el suelo. No podemos seguir viviendo mucho tiempo solos en la profundidad de la montaña. ¡Volvamos a casa hoy mismo!

- ¡Eso es imposible! Mi padre ha muerto y mi madrastra es la que manda en casa. Cuando yo vivía allí todos los días me ganaba una paliza y un rezongo. ¿Cómo podría soportar que tú vayas allí a sufrir también? Cuando me mandó a la montaña mi madrastra me dijo: vuelve sólo cuando los animales hayan tenido cien crías. Que no falte ni una”. Y ahora no tengo ni sombra de crías, ¿cómo volver?

- Cien terneros no son nada del otro mundo. Quédate tranquilo, cuando lleguemos se me ocurrirá algo.

Li Bao no creía del todo en lo que había dicho su compañera, pero le dio vergüenza preguntar más. Entonces recogió sus cosas y partieron, él adelante dirigiendo a los animales y Cui Cui detrás, montada en el lomo de la vaca. Después de pasar una y otra montaña, Cuando el sol había alcanzado su cenit llegaron a la entrada de la aldea.

Cui Cui le pidió a su amigo el látigo y exclamó, al tiempo que lo agitaba:

- Un latigazo por aquí y otro por allí, ¡cien terneritos ya están aquí! -

Y de verdad, en un abrir y cerrar de ojos corrieron hacia ellos cien terneros. Eran tan gordos como si hubiesen sido modelados con arcilla, y con su piel brillante corrían de aquí para allá, mugiendo. Li Bao llevaba a la pareja vacuna y los terneros seguían detrás suyo. Cuando entraron en la aldea justamente la gente estaba almorzando. Los aldeanos nunca habían visto tantos terneros y tan gordos, y menos aún una recién casada tan bella. Li Bao hizo entrar a los animales en el patio, que pronto quedó lleno.

La madrastra del joven vino a contarlos: no faltaba ni uno. Como persona que amaba la riqueza como a su propia vida, al ver tal cantidad de animales se le enrojecieron los ojos rojos y exclamó:

- Li Bao, ahora que me has traído tantos animales ya no te maltrataré más. Quédate aquí a vivir con tu mujer.

Desde entonces, la pareja vivió feliz, trabajando al unísono.

Los amigos

Los amigos
Liao Yanping, Il. Zhu Zhu

Editorial Maguregui
Chino-Español
Año 2009
14 X 17
20 pp.
5,90 € aprox.

LOS AMIGOS es uno de los títulos que forman la colección Ya Puedo Leer Chino. Se trata de una serie de historias divertidas con dibujos atractivos que están cuidadosamente diseñadas para que los pequeños lectores amplíen gradualmente el vocabulario y desarrollen su hábito de leer chino.
Cada libro incluye:CD Actividades y Diccionario ilustrado.

El Gato y los Ratones

El Gato y los Ratones
Liao Yanping, Il. Zhu Zhu

Editorial Maguregui
Chino-Español
Año: 2009
14 X 17
20 pp.
5,90 € aprox.

EL GATO Y LOS RATONES es uno de los títulos que forman la colección Ya Puedo Leer Chino. Se trata de una serie de historias divertidas con dibujos atractivos que están cuidadosamente diseñadas para que los pequeños lectores amplíen gradualmente el vocabulario y desarrollen su hábito de leer chino.
Cada libro incluye: CD Actividades y Diccionario ilustrado.

El hermanito

El hermanito
Liao Yanping, Il. Zhu Zhu

Editorial Maguregui
Chino-Español
Año: 2009
14 X 17
20 pp.
5,90 € aprox.

El hermanito es uno de los títulos que forman la colección Ya Puedo Leer Chino. Se trata de una serie de historias divertidas con dibujos atractivos que están cuidadosamente diseñadas para que los pequeños lectores amplíen gradualmente el vocabulario y desarrollen su hábito de leer chino. Cada libro incluye: CD Actividades y Diccionario ilustrado.

Hablo chino

Hablo chino (libro+cd)
Liao Yanping, Il. Zhu Zhu

Editorial: Maguregui
21cm X 29cm
Año 2009
ISBN: 9788493622886
34 pp.
14 € aprox.

Hablo Chino es una introducción que intenta enseñar a los niños el vocabulario básico y frases cotidianas en chino. La claridad del diseño y las ilustraciones en color facilitan el aprendizaje mientras la presencia del CD ayuda a lograr una correcta pronunciación. Las pegatinas de palabras que se adjuntan al final del libro sirven para que los niños las peguen en los objetos reales o lugares adecuados, y practiguen tantas veces como sean preciso.

Leo Pinyin

Leo Pinyin (Libro + CD)
Liao Yanping

Editorial: Maguregui
ISBN: 9788493622862
24 pp.
12 € aprox.

Leo Pinyin es una introducción que intenta explicar a los niños la base de la pronunciación china que es el pinyin y los tonos. A través del CD y de manera muy divertida, las lecciones y ejercicios organizados en forma de canciones educan los oídos de los niños y les facilitan a cantarlas ellos mismos. Por otro lado las atractivas ilustraciones ayudan a los pequeños alumnos a asociar el dibujo con el significado del carácter chino que representa el pinyin.

Escribo Chino

Escribo chino (Libro + Cd)
Liao Yanping, Il, Zhu Zhu

Editorial: Maguregui
Año 2009
21cm X 29cm
ISBN: 9788493622879
34 pp.
14 € aprox.

ESCRIBO CHINO es una introducción que intenta sensibilizar a los niños con un sistema de escritura que no se basa en el alfabeto sino en el pictograma o idiograma, llamdos también caracteres chinos. A través de presentar las formas antigua y moderna de la escritura, el libro ayuda a los niños primero a descubrir su correlación y luego a interpretar, reconocer y reutilizar cada pictograma. Son actividades del desarrollo de la memoria visual que no solo facilitan el aprendizaje de los caracteres, sino también divierten a los niños, pues de trata de un auténtico juego de adivinanzas.

El Pincel Mágico

El Pincel Mágico
Hong Xuntao

Editorial Juventud
A partir de 7 años
ISBN: 978-84-261-3745-6
26 x 30 cm
56 páginas
Año 2009
14 € aprox.



Chen soñaba con ser pintor. Su familia era pobre y no podía comprar pinturas ni tampoco comprar un pincel.
Pero Chen persiguió su sueño, y un día su obstinación se vio recompensada con el regalo de un anciano: ¡un pincel mágico!
A partir de entonces todo lo que pintaba Chen cobraba vida, pero Boya, el jefe del pueblo, un hombre codicioso y sin corazón, quería a toda costa conseguir el maravilloso pincel…

Los amantes mariposa

Los amantes mariposa
Benjamin Lacombe

Editorial Luis Vives (Edelvives)
ISBN: 978-84-263-6797-6
EAN: 9788426367976
34 pp.
Me gusta leer (a partir de 10 años)
18.00 € aprox.


Extraido de L'Elefant Trompeta.
(Un cuento magnífico, mágico, especial... que nos recuerda, puede ser a las obras más románticas de Rebecca Dautremer. Es genial, precioso... Me quedo casi sin adjetivos para definir unas ilustraciones llenas de personalidad, de vida, de ternura i de expresividad".
"La historia nos narra como Nakoto está obligada a casarse con un hombre que no ama debido a un matrimonio de conveniencia. La lucha de los amantes para quererse por encima de todo, está narrada con una sensibilidad sorprendente, con ilustraciones llenas de luz y color se nos transporta a una leyenda oriental sobre el más fuerte de los sentimientos: el amor.")

Después de adoptar

Después de adoptar
VV.AA.

ediciones ceac
2009
978-84-329-2033-2
15 x 21,7 cm.
200 pp.
14 € aprox.

Guía para orientar a padres adoptivos en el proceso de adaptación mutua de la nueva familia y ayudar al menor en el proceso de descubrimiento de su nueva situación. Se abordan todos aquellos temas que acostumbran a preocupar a los padres y que habitualmente surgen en los procesos de adaptación: salud, enfermedades más frecuentes según el país de origen, la integración en la familia, la adquisición de un nuevo lenguaje, incorporación a la escuela, problemas de conducta, alimentación, sueño.

Quiero adoptar

Quiero adoptar
VV.AA.

ediciones ceac
2009
978-84-329-2029-5
15 x 21,7 cm.
200 pp.
14 € aprox.


Guía informativa para aquellas personas que se plantean la posibilidad de adoptar. En este libro se abordan los aspectos de orientación y formación antes de tomar la decisión y de facilitar pautas para la reflexión sobre qué significa adoptar así como toda la información necesaria para acometer el proceso y llegar hasta el encuentro con el hijo o hija adoptado. Un libro que pretende aportar la ayuda precisa para que padres y niños inicien con éxito la aventura de convertirse en familia.

Educar con sentido común

Educar con sentido común
Javier Urra

Aguilar
ISBN: 978-84-03-09920-3
EAN: 9788403099203
2009
472 pp.
21,35 € aprox.

Sinopsis: La llegada de los hijos plantea para los futuros padres miedos e inseguridades. A los temores propios de los primerizos -¿qué cuidados hay que seguir durante el embarazo?, ¿qué nombre le pondremos?, ¿por qué llora?- se une la eterna cuestión: ¿lo estamos haciendo bien? Deja de temer por todo, por la comida, por su rendimiento escolar, porque es muy callado, porque está siempre jugando con la consola, en Internet o con el móvil, porque empieza a salir los fines de semana... Ha llegado el momento de aprender a educar a tus hijos con sentido común.


Made in China: A Story of Adoption. Hecha en China: una historia de adopción

Made in China: A Story of Adoption. Hecha en China: una historia de adopción.
Vanita Oelschlager, Il. Kristin Blackwood

Vanitabooks (2008)
de 4 a 8 años
30 pp.
ISBN-10: 0980016231
ISBN-13: 978-0980016239
11.1 x 8.6 x 0.4 pulgadas
14 $ aprox.

Review
Oelschlager presents a story that veers from the traditional stories about adoption. The rhyming text features a Chinese girl asking her older, blond sister to read the label on a broom she's using. Her sister reads, "made in China," then jeers at her sibling-"'It's just like you'/my big sister said, /'You're Made in China./It's stamped right on your head.'" The child seeks out their father to deny the truth of her sister's put-down, and his reply is reassuring and poetic as he tells her how much she is loved. This title addresses many themes: sibling rivalry, multiracial families, and facing taunts about ethnicity-even from a family member. It is heartening to read the emphatic reassurance offered to a daughter who has been wounded and is worried about being different. Although the older sibling is not explicitly reprimanded in the text, the pictures imply that reconciliation takes place. Blackwood has employed a blend of linoleum cuts outlined in black and computer coloring techniques to craft stunning illustrations. Ethnic features are realistic and enhance the simple text, depicting the birth mother as well as the adoptive family. The endpapers feature more than a dozen photos of Chinese adoptees of various ages. This title will be of special interest to families of Chinese adoptees, but could also serve as a springboard for discussing racial slurs and insensitivity for a much wider audience. -- Deborah Vose, Highlands Elementary School, Braintree, MA "School Library Journal"
Product Description
Made In China touches on two seemingly unrelated subjects - adoption and sibling relations. As told in this story. These are intertwined and very important to one young child who literally was "made in China." The story begins when the child is told by her older sister, in a teasing manner, that she is adopted from China, and "marked" just like the broom and their toys. Upset, she goes to her father who tells her the story of how she came to be their child but "you're not made like a toy, you were made in China to give us joy." And, he also reminds her that "you are much more than what people say about you." The story is resolved with her older sister and she is reassured that "In all the wide world we couldn't love you more."

---

Lily

Lily
Keri Campbell, Il. Bonnie Lemaire

BookSurge Publishing (2009)
de 7 a 11 años
32 pp.
ISBN-10: 1439213240
ISBN-13: 978-1439213247
8.2 x 8.2 x 0.1 pulgadas
14 $ aprox.

Lily es la historia de una niña, adoptada de China cuando era bebé. El libro habla de la experiencia de adopción de Lily y la de su nueva familia, que viajan a China desde EE.UU. para adoptarla. Lily no sólo consigue una familia, sino que hereda un grupo de amigas muy especial, formado durante el proceso. Estas amigas serán sus hermanas de China; otros bebés adoptados al mismo tiempo que Lily, en el mismo orfanato. El hilo rojo de Lily está ligado a muchas personas, no sólo su nueva familia ...
Puedes seguir sus aventuras en una serie especial de libros. Las aventuras de Lily son una mezcla de su vida en América con su propio patrimonio y las tradiciones .... y de las de la tierra donde nació, China.
----------------

Lily is the story of a young girl, adopted from China as a baby. The book tells about Lily's adoption experience and that of her new family, who travel to China all the way from America to adopt her. Lily not only gets a family of her very own, but inherits a group of very special friends in the process. These friends are referred to as her China sisters; other babies adopted at the same time as Lily, from the same orphanage. Lily's red thread is linked to many people, not just her new family... You can follow Lily's adventures in a special series of books. Lily's adventures are a mix of her life in American with it's own special traditions and heritage.... and that of her birth land, China.

Ten Days and Nine Nights: An Adoption Story. Diez días y nueve noches: una historia de adopción.

Ten Days and Nine Nights: An Adoption Story. Diez días y nueve noches: una historia de adopción.
Yumi Heo

Schwartz & Wade
Año 2009
4-8 años
40 pp.
ISBN-10: 0375847189
ISBN-13: 978-0375847189
10.1 x 8.1 x 0.6 pulgadas
14 $ aprox.



“I mark a circle on the calendar. I have ten days and nine nights.” The opening of this adoption story shows a young Asian girl marking May 10 on a calendar. As she waits for her mom to return, she counts down each day by doing something that’s a clue: cutting a red paper heart, helping Grandpa redecorate her room, watching her dad buying new furniture, practicing holding a baby, and washing her old teddy bear. Then Grandma makes a little pink dress and Daddy closes his dry-cleaning store. Interspersed with the girl’s actions are wordless scenes of Mom signing papers and flying home with the new baby sister.
-----
How many days until a little girl’s adopted sibling is brought home?

Follow a little girl as she and her family prepare for the new baby that will soon be joining them. And simultaneously, watch the girl’s mother fly off to Korea, meet the new baby, and bring her home. Here is an utterly simple, sweet, and child-centric look at the adoption process through the eyes of a soon-to-be older sibling. From cutting a red paper heart and taping it above the new baby’s crib to telling her best friend about the adoption, the young narrator counts down every day and night with growing anticipation, marking them with a big X on her calendar. Unlike other adoption books which are aimed only at the adoptive child, Ten Days and Nine Nights is also perfect for older children who are about to become big sisters and brothers.

------------
"He marcado un círculo en el calendario. Tengo diez días y nueve noches". El inicio de esta historia de adopción, nos muestra una pequeña niña asiática, marcando el día 10 de mayo en el calendario. Mientras espera que su madre vuelva, va contando hacia atrás y realizando algo parecido a pequeñas pistas: cortando una corazón en un papel rojo, ayudando al abuelo a decorar su habitación, buscando con su padre nuevos muebles, practicando como coger un bebé, y lavando su osito de peluche. La abuela está haciendo un pequeño vestido rosa y papá cierra su tienda.
Mientras esto ocurre, se ve a mamá firmando papeles y cogiendo un avión para volver a casa con su nueva hermana.
------
 

Banners solidarios


LWB. Cambiando las vidas de niños huérfanos y sin recursos en China.

Half The Sky: Fundada por padres que adoptaron en China, esta organización, proporciona asistencia en los orfanatos chinos, para asegurar que los niños reciben amor, estimulación y educación. (Toda las páginas están en inglés)

Morning Tears: reconstruye el mundo para niños que perdieron el suyo

Fundación Vicente Ferrer en India

S.A.U.C.E. Esta institución fundada en 1991 por Kike Figaredo, muy cerca de Phonm Phen, tiene como misión formar a jóvenes mutilados por minas.

Sonrisas de Bombay: un proyecto en la India. Visita su Web
<----- AFAC Proyectos AFAC es una Asociación que quiere establecer vínculos con todos los agentes implicados con la adopción y la cultura China, quieren ser abiertos a nuevos contactos, nacionales e internacionales, a personas que quieren aportar sus conocimientos, a familias que desean formarse y compartir la experiencia vital de la adopción, parejas que empiezan o familias ya formadas, todos los que quieren aportar tienen un espacio en AFAC. En el apartado Proyectos podrás encontrar todos los proyectos que en AFAC se han realizado en los últimos años

Visitas

Flag Counter

Locations of visitors to this page

wibiya widget