Los Mandarines
Los Mandarines
Wu Jingzi
Seix Barral
9788432228131
720 pp.
Año 2007
28 € aprox.
Extraido de "Del Escritorio de Guillermo Urbizu"
Los mandarines, de Wu Jingzi (Seix Barral), escritor de primera mitad del siglo XVIII, es un ejercicio de muchas cosas. Del destino de un hombre y su actitud moral, de testimonio universal de la degradación del poder, de sátira social, no poco de autobiografía, de análisis de costumbres… Cuando lo leía me transportaba a veces a El Satiricón de Petronio (Gredos), o a ese inventario de vicios y virtudes tan propio de La Comedia Humana de Balzac o, salvando las distancias, del mejor Norman Mailer. Jingzi es un empedernido observador de la realidad que le circunda, pero también se palpa a si mismo. Es un sociólogo del comportamiento humano. Contempla e interpreta los detalles, los prejuicios, las medias verdades… Pero esa realidad no se queda en lo superficial, ni en una moralina cansina. Por eso su libro es de tan amena lectura, tan actual, tan moderno. Es un libro indispensable. Repito: indispensable. (A propósito, no hay que dejar de mencionar que la versión de Laureano Ramírez Bellerín le supuso el Premio Nacional de Traducción).
Extraido de "Los Libros"
Dicen que es la primera novela satírica de la literatura china, Los mandarines. Historia del Bosque de los Letrados, de Wu Jingzi, formada por una cantidad de historias que no guardan relación entre sí, únicamente que se trata de relatos protagonizados por letrados, que se suceden unos a otros, y nos habla de las circunstancias que les rodean, los esfuerzos para superar los exámenes ante los distintos tribunales, sus trampas y sus estratagemas para salir airosos en sus cometidos, todo ello desde el punto de vista de la sátira, pero describiéndonos sus vidas diarias y sus entornos donde se mueven los personajes, unos inventados y otros reales, que el propio autor, ilustre letrado venido a menos, conoció y trató durante su vida, denunciando la corrupción, el poder y la poca moral de algunos letrados que hacían lo imposible para ir escalando posiciones en una sociedad altamente estratificada.
Un libro agradable de leer que aconsejo vivamente, que se disfruta leyendo y deja un poso de muy buena literatura y cuyas historias se reciben con una sonrisa.
Wu Jingzi
Seix Barral
9788432228131
720 pp.
Año 2007
28 € aprox.
Extraido de "Del Escritorio de Guillermo Urbizu"
Los mandarines, de Wu Jingzi (Seix Barral), escritor de primera mitad del siglo XVIII, es un ejercicio de muchas cosas. Del destino de un hombre y su actitud moral, de testimonio universal de la degradación del poder, de sátira social, no poco de autobiografía, de análisis de costumbres… Cuando lo leía me transportaba a veces a El Satiricón de Petronio (Gredos), o a ese inventario de vicios y virtudes tan propio de La Comedia Humana de Balzac o, salvando las distancias, del mejor Norman Mailer. Jingzi es un empedernido observador de la realidad que le circunda, pero también se palpa a si mismo. Es un sociólogo del comportamiento humano. Contempla e interpreta los detalles, los prejuicios, las medias verdades… Pero esa realidad no se queda en lo superficial, ni en una moralina cansina. Por eso su libro es de tan amena lectura, tan actual, tan moderno. Es un libro indispensable. Repito: indispensable. (A propósito, no hay que dejar de mencionar que la versión de Laureano Ramírez Bellerín le supuso el Premio Nacional de Traducción).
Extraido de "Los Libros"
Dicen que es la primera novela satírica de la literatura china, Los mandarines. Historia del Bosque de los Letrados, de Wu Jingzi, formada por una cantidad de historias que no guardan relación entre sí, únicamente que se trata de relatos protagonizados por letrados, que se suceden unos a otros, y nos habla de las circunstancias que les rodean, los esfuerzos para superar los exámenes ante los distintos tribunales, sus trampas y sus estratagemas para salir airosos en sus cometidos, todo ello desde el punto de vista de la sátira, pero describiéndonos sus vidas diarias y sus entornos donde se mueven los personajes, unos inventados y otros reales, que el propio autor, ilustre letrado venido a menos, conoció y trató durante su vida, denunciando la corrupción, el poder y la poca moral de algunos letrados que hacían lo imposible para ir escalando posiciones en una sociedad altamente estratificada.
Un libro agradable de leer que aconsejo vivamente, que se disfruta leyendo y deja un poso de muy buena literatura y cuyas historias se reciben con una sonrisa.
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