Viaje por la China Imperial
Viaje por la China Imperial
Marco Polo, Ricci Dampier, Hunter Huc, Claudel y otros
Colección Milenio
8495536129
Año 2000
212 pág.
5,95 € aprox.
«Al pie de la Muralla, del lado de China, se dibujaban las tiendas blancas de dos campamentos tártaros, cuyos caballos pacían en libertad las hierbas del lugar. El paisaje, dorado por el sol de levante, estaba lleno de encanto y hacía comprender la vida pastoril de las hordas mongoles, dándonos una idea exacta de esta Tierra de las hierbas, tan bien descrita por el abate Huc» (Marqués de Moges). Desde los tiempos más remotos, China ha sido un país encerrado en sí mismo, lo que podríamos denominar un país intrevertido, debido a lo cual también ha sido, la cuna de innumerables leyendas y apólogos, en su mayoría totalmente increíbles.A partir de Juan de Piano, el primero en dejar un testimonio escrito de su viaje, formaron legión los misioneros que, con intención de propagar la fe en Cristo y sus enseñanzas, recorrieron China, especialmente jesuitas, entre los que descuella Francisco Javier (Que en realidad nunca llegó a pisar la tierra de China), el discípulo directo del navarro Ignacio de Loyola, fundador de aquella Orden, hasta el comerciante veneciano Marco Polo, verdadero descubridor de China para Occidente.
Marco Polo, Ricci Dampier, Hunter Huc, Claudel y otros
Colección Milenio
8495536129
Año 2000
212 pág.
5,95 € aprox.
«Al pie de la Muralla, del lado de China, se dibujaban las tiendas blancas de dos campamentos tártaros, cuyos caballos pacían en libertad las hierbas del lugar. El paisaje, dorado por el sol de levante, estaba lleno de encanto y hacía comprender la vida pastoril de las hordas mongoles, dándonos una idea exacta de esta Tierra de las hierbas, tan bien descrita por el abate Huc» (Marqués de Moges). Desde los tiempos más remotos, China ha sido un país encerrado en sí mismo, lo que podríamos denominar un país intrevertido, debido a lo cual también ha sido, la cuna de innumerables leyendas y apólogos, en su mayoría totalmente increíbles.A partir de Juan de Piano, el primero en dejar un testimonio escrito de su viaje, formaron legión los misioneros que, con intención de propagar la fe en Cristo y sus enseñanzas, recorrieron China, especialmente jesuitas, entre los que descuella Francisco Javier (Que en realidad nunca llegó a pisar la tierra de China), el discípulo directo del navarro Ignacio de Loyola, fundador de aquella Orden, hasta el comerciante veneciano Marco Polo, verdadero descubridor de China para Occidente.
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