Vietnam Panorama
Vietnam Panorama
Fotógrafos: Anita Drobeck, Nico Rademacher
texto: Iris Lemanczyk
Ed. Panorama
2009
Idioma: Alemán, inglés, francés, español, Italiano
120 pp.
Ilustraciones: Color
18 x 25 cm.
ISBN-10: 3898233529
ISBN-13: 978-3898233521
17 € aprox.
El país y la gente de este país del sureste asiático nos acompañan a través de las fotografías realizadas durante su viaje, por los fotógrafos Anita Drobeck y Nico Rademacher a lo largo de tres meses. La visita transcurrío desde el norte, en la parte montñosa del país, hacia abajo, al sur del Vietnam. En composiciones sensibles, el volumen transmite la fascinación de este país tan ajeno a nosotros, con su historia turbulenta.
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El contorno de Vietnam en el mapa recuerda una caña de bambú de cuyos extremos cuelgan dos cestos de arroz. El primero de los cestos de arroz sería el norte, dominado por el delta del Río Rojo, el segundo lo formaría el sur del país, básicamente ocupado por el delta del Mekong. Y entremedio de los dos cestos se encuentra una estrecha y larga lengua de tierra más bien árida de 900 kilómetros de longitud y que en algunos trechos apenas llega a los 50 kilómetros de anchura. Vietnam reúne todas las vistas: sierras salvajes y escarpadas en las que todavía viven recogidos pueblos de montaña, interminables playas de ensueño, solitarias bahías, pagodas, templos, pueblos flotantes, campos de arroz de un color verde profundo, canales, ríos, bosques de palmeras y tradiciones milenarias en fuerte contraste con el enfebrecido auge económico que actualmente experimenta el país. Todo eso es Vietnam. Y además de todo eso la impresión, sobre todo en las ciudades, de que este país nunca duerme. Miles de ciclomotores invaden las calles de Hanoi y la ciudad de Ho Chi Minh, la antigua Saigon. Y eso las veinticuatro horas del día. Las calles están repletas de incansables buhoneros, ajetreados quiosqueros de comida tradicional así como todo tipo de artesanos que no conocen pausa: todos ellos parecen encontrarse a gusto en esta vida que discurre a toda velocidad. Éste es un pueblo que quiere progresar. Se podría decir que Hanoi no tiene habitantes, sino dos o quizás tres millones de trabajadores autónomos y pequeños empresarios: aparcadoras de ciclomotores que se encargan de estacionar –casi se podría decir acumular– las motos en las aceras, vendedores de monedas de la fortuna o billetes de lotería, basureros por cuenta propia que recogen plástico o gente dispuesta a ayudar por unas monedas con su bomba de aire a los motociclistas. En el centro de la ciudad se encuentra el lago Hoan-Kiem. Allí, rodeados de un aura de respetuoso silencio, ancianos de ambos sexos practican sus ejercicios de Tai-Chi. Se podría decir que este sosiego es en esta urbe una excepción que despierta.
Fotógrafos: Anita Drobeck, Nico Rademacher
texto: Iris Lemanczyk
Ed. Panorama
2009
Idioma: Alemán, inglés, francés, español, Italiano
120 pp.
Ilustraciones: Color
18 x 25 cm.
ISBN-10: 3898233529
ISBN-13: 978-3898233521
17 € aprox.
El país y la gente de este país del sureste asiático nos acompañan a través de las fotografías realizadas durante su viaje, por los fotógrafos Anita Drobeck y Nico Rademacher a lo largo de tres meses. La visita transcurrío desde el norte, en la parte montñosa del país, hacia abajo, al sur del Vietnam. En composiciones sensibles, el volumen transmite la fascinación de este país tan ajeno a nosotros, con su historia turbulenta.
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El contorno de Vietnam en el mapa recuerda una caña de bambú de cuyos extremos cuelgan dos cestos de arroz. El primero de los cestos de arroz sería el norte, dominado por el delta del Río Rojo, el segundo lo formaría el sur del país, básicamente ocupado por el delta del Mekong. Y entremedio de los dos cestos se encuentra una estrecha y larga lengua de tierra más bien árida de 900 kilómetros de longitud y que en algunos trechos apenas llega a los 50 kilómetros de anchura. Vietnam reúne todas las vistas: sierras salvajes y escarpadas en las que todavía viven recogidos pueblos de montaña, interminables playas de ensueño, solitarias bahías, pagodas, templos, pueblos flotantes, campos de arroz de un color verde profundo, canales, ríos, bosques de palmeras y tradiciones milenarias en fuerte contraste con el enfebrecido auge económico que actualmente experimenta el país. Todo eso es Vietnam. Y además de todo eso la impresión, sobre todo en las ciudades, de que este país nunca duerme. Miles de ciclomotores invaden las calles de Hanoi y la ciudad de Ho Chi Minh, la antigua Saigon. Y eso las veinticuatro horas del día. Las calles están repletas de incansables buhoneros, ajetreados quiosqueros de comida tradicional así como todo tipo de artesanos que no conocen pausa: todos ellos parecen encontrarse a gusto en esta vida que discurre a toda velocidad. Éste es un pueblo que quiere progresar. Se podría decir que Hanoi no tiene habitantes, sino dos o quizás tres millones de trabajadores autónomos y pequeños empresarios: aparcadoras de ciclomotores que se encargan de estacionar –casi se podría decir acumular– las motos en las aceras, vendedores de monedas de la fortuna o billetes de lotería, basureros por cuenta propia que recogen plástico o gente dispuesta a ayudar por unas monedas con su bomba de aire a los motociclistas. En el centro de la ciudad se encuentra el lago Hoan-Kiem. Allí, rodeados de un aura de respetuoso silencio, ancianos de ambos sexos practican sus ejercicios de Tai-Chi. Se podría decir que este sosiego es en esta urbe una excepción que despierta.
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