Cuaderno de Yunnan
Cuaderno de Yunnan
Javier Martín Ríos
Editorial: COMARES
2010
144 págs.
Tapa blanda
ISBN: 9788498366266
11.00 €
Extraido de Ideal.es
Huellas de la revolución
El viajero tiene sentimientos ambivalentes hacia ese creciente interés de los visitantes por Yunnan: por un lado, teme que el turismo acabe con las maravillas ocultas de la provincia; por otro, reconoce que para la población local, sumida en la pobreza, la llegada de compatriotas ricos y de extranjeros es una oportunidad de progreso.
En muchos lugares de Yunnan se aprecian las terribles huellas de la «desastrosa» Revolución Cultural de Mao Zedong. «Entre 1966 y 1976 los guardias rojos hicieron muchísimos destrozos en el patrimonio. Se fueron al campo siguiendo literalmente la orden de acabar con lo viejo: destruyeron templos, obras antiquísimas, rayaron murales y pinturas... En otras ciudades de China se han hecho restauraciones, pero en muchos pueblos todavía no». Además, el propio crecimiento económico del país, salvaje y sin frenos, ha propiciado la destrucción de numerosos cascos históricos. Las ciudades de Dali y Lijiang son una excepción.
Algunas zonas de Yunnan conservan su naturaleza virgen gracias a las nefastas infraestructuras de comunicación. Por ejemplo, Martín describe como una aventura emocionante pero infernal la ascensión a las faldas de la Montaña Nevada Meili, en la frontera con Tíbet. Criado en las montañas de la Alpujarra, el autor asegura sentirse aquí «como en la infancia».
En su recorrido por Yunnan, el viajero granadino contó con la gran ventaja de ser uno de los pocos extranjeros capaces de hablar y entender el chino mandarín. Aunque los vecinos de más edad utilizaran otros dialectos, el idioma oficial de la República Popular le permitió disfrutar de la hospitalidad local. «Muchos hostales son en realidad casas, y en ellas te sientes como uno más de la familia -resalta-. Te invitan a comer y, como muchos nunca han salido de su pueblo, quieren saber cómo es tu país, sus costumbres.».
Tras su estancia en Yunnan, Martín Ríos residió en Shanghai, una estancia que describió en las páginas del diario narrativo 'Arde Shanghai' (Ed. Alhulia) en 2007. El abismo entre ambas regiones, la apartada y bella provincia entre montañas y la vertiginosa megaciudad costera, es un fiel reflejo de la China actual, un país de contrastes. «Hace tres años regresé. Tengo que volver, porque echo de menos esa tierra», confiesa el escritor.
Javier Martín Ríos
Editorial: COMARES
2010
144 págs.
Tapa blanda
ISBN: 9788498366266
11.00 €
Extraido de Ideal.es
Huellas de la revolución
El viajero tiene sentimientos ambivalentes hacia ese creciente interés de los visitantes por Yunnan: por un lado, teme que el turismo acabe con las maravillas ocultas de la provincia; por otro, reconoce que para la población local, sumida en la pobreza, la llegada de compatriotas ricos y de extranjeros es una oportunidad de progreso.
En muchos lugares de Yunnan se aprecian las terribles huellas de la «desastrosa» Revolución Cultural de Mao Zedong. «Entre 1966 y 1976 los guardias rojos hicieron muchísimos destrozos en el patrimonio. Se fueron al campo siguiendo literalmente la orden de acabar con lo viejo: destruyeron templos, obras antiquísimas, rayaron murales y pinturas... En otras ciudades de China se han hecho restauraciones, pero en muchos pueblos todavía no». Además, el propio crecimiento económico del país, salvaje y sin frenos, ha propiciado la destrucción de numerosos cascos históricos. Las ciudades de Dali y Lijiang son una excepción.
Algunas zonas de Yunnan conservan su naturaleza virgen gracias a las nefastas infraestructuras de comunicación. Por ejemplo, Martín describe como una aventura emocionante pero infernal la ascensión a las faldas de la Montaña Nevada Meili, en la frontera con Tíbet. Criado en las montañas de la Alpujarra, el autor asegura sentirse aquí «como en la infancia».
En su recorrido por Yunnan, el viajero granadino contó con la gran ventaja de ser uno de los pocos extranjeros capaces de hablar y entender el chino mandarín. Aunque los vecinos de más edad utilizaran otros dialectos, el idioma oficial de la República Popular le permitió disfrutar de la hospitalidad local. «Muchos hostales son en realidad casas, y en ellas te sientes como uno más de la familia -resalta-. Te invitan a comer y, como muchos nunca han salido de su pueblo, quieren saber cómo es tu país, sus costumbres.».
Tras su estancia en Yunnan, Martín Ríos residió en Shanghai, una estancia que describió en las páginas del diario narrativo 'Arde Shanghai' (Ed. Alhulia) en 2007. El abismo entre ambas regiones, la apartada y bella provincia entre montañas y la vertiginosa megaciudad costera, es un fiel reflejo de la China actual, un país de contrastes. «Hace tres años regresé. Tengo que volver, porque echo de menos esa tierra», confiesa el escritor.
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