Las puertas del paraíso
Las puertas del paraíso
Yiyun Li
Lumen
2010
ISBN: 9788426417572
416 pp.
21.90 € aprox.
Un anciano barre la acera gris, una mujer pega carteles rojos por la calle, una niña maltrecha corre en busca de carbón y un chiquillo huye de su casa para jugar con un perro y respirar el aire de la primavera que acaba de llegar… Parece una mañana cualquiera en la ciudad china de Río Turbio, pero muy pronto todos sabrán que con la primavera ha llegado también el día de la ejecución pública de la joven Gu Shan, culpable de haber expresado sus dudas acerca de la revolución maoísta.
El reloj apremia, la hora de la muerte se acerca y cada vecino vive a su manera este momento atroz: los padres de Gu Shan se mueven entre la vergüenza y la rebeldía, descubriendo algo de sí mismos que nunca habían sospechado; Bashi, el loco del barrio, quizá vea hoy por primera vez el cuerpo desnudo de una mujer; Tong y Nini, niños aún, intuyen que se acabó el tiempo de los juegos, y en las altas esferas del partido alguien conspira. Es un día de marzo de 1979, un día cualquiera, pero toda la sabiduría y la crueldad de las que es capaz el ser humano se apiñan en ese instante de tensión absoluta.
La fuerza de Yiyun Li, su escritura limpia, ese mundo tan suyo donde el bien y el mal no tienen límites, nos llevan hasta Las puertas del paraíso para recordarnos que ahí al lado, muy cerca, se abren las puertas del infierno.
Extraido de Qué Leer:
A finales de los años 1970, en la ciudad china de Río Turbio, la contrarrevolucionaria Gu Shan, ex seguidora del presidente Mao, va a ser ejecutada. Su madre trata de llevar a cabo un rito funerario, prohibido a quienes tienen hijos contrarios al régimen, y su padre se entrega a una dudosa resignación zen. Mientras, Nini, una joven tullida, busca el amor; el niño Tong, a su perro; Kai aspira a la virtud y Bashi, incipiente pederasta, holgazanea.
Lo primero que contiene esta novela es información de lujo, pues poco sabemos de la cotidianidad de una ciudad china. No es que eso sea un argumento a favor; sin embargo, si dicha información es tratada desde el buen hacer narrativo, sin deslizarse a efectismos o a que el libro dependa de la relevancia de los datos, desde luego suma puntos. La narración no procede de forma lineal, sino a través de una serie de viñetas que retratan la vida de unos personajes cuya conciencia, en general, está manipulada. No se trata de que la ideología que hay detrás sea más mentirosa que otras, sino de ese proceso descrito por Nietzsche de la culpa. Los que se salvan no tienen nada que ver con el superhombre, sino con la pérdida de la dignidad. Lo peor es que dicha pérdida es colectiva. La voz que se despliega para tratar este material procede, por suerte, de manera fría y distanciada. Lo malo es que parece que la autora no haya confiado en la capacidad del lector para desentrañar o construir el significado de las peripecias de los personajes, lo que la ha llevado a ofrecer un texto excesivamente masticado. A ratos se explica lo obvio, sin que estas explicaciones tengan alguna otra función narrativa que las legitime, y, cuando no es tan obvio, no se deja pie a que el lector interprete. Por otra parte, el título original, The Vagrants (“Los vagabundos”), me parece más ajustado que el que se ha elegido para la traducción.
Por Elvira Navarro
Yiyun Li
Lumen
2010
ISBN: 9788426417572
416 pp.
21.90 € aprox.
Un anciano barre la acera gris, una mujer pega carteles rojos por la calle, una niña maltrecha corre en busca de carbón y un chiquillo huye de su casa para jugar con un perro y respirar el aire de la primavera que acaba de llegar… Parece una mañana cualquiera en la ciudad china de Río Turbio, pero muy pronto todos sabrán que con la primavera ha llegado también el día de la ejecución pública de la joven Gu Shan, culpable de haber expresado sus dudas acerca de la revolución maoísta.
El reloj apremia, la hora de la muerte se acerca y cada vecino vive a su manera este momento atroz: los padres de Gu Shan se mueven entre la vergüenza y la rebeldía, descubriendo algo de sí mismos que nunca habían sospechado; Bashi, el loco del barrio, quizá vea hoy por primera vez el cuerpo desnudo de una mujer; Tong y Nini, niños aún, intuyen que se acabó el tiempo de los juegos, y en las altas esferas del partido alguien conspira. Es un día de marzo de 1979, un día cualquiera, pero toda la sabiduría y la crueldad de las que es capaz el ser humano se apiñan en ese instante de tensión absoluta.
La fuerza de Yiyun Li, su escritura limpia, ese mundo tan suyo donde el bien y el mal no tienen límites, nos llevan hasta Las puertas del paraíso para recordarnos que ahí al lado, muy cerca, se abren las puertas del infierno.
Extraido de Qué Leer:
A finales de los años 1970, en la ciudad china de Río Turbio, la contrarrevolucionaria Gu Shan, ex seguidora del presidente Mao, va a ser ejecutada. Su madre trata de llevar a cabo un rito funerario, prohibido a quienes tienen hijos contrarios al régimen, y su padre se entrega a una dudosa resignación zen. Mientras, Nini, una joven tullida, busca el amor; el niño Tong, a su perro; Kai aspira a la virtud y Bashi, incipiente pederasta, holgazanea.
Lo primero que contiene esta novela es información de lujo, pues poco sabemos de la cotidianidad de una ciudad china. No es que eso sea un argumento a favor; sin embargo, si dicha información es tratada desde el buen hacer narrativo, sin deslizarse a efectismos o a que el libro dependa de la relevancia de los datos, desde luego suma puntos. La narración no procede de forma lineal, sino a través de una serie de viñetas que retratan la vida de unos personajes cuya conciencia, en general, está manipulada. No se trata de que la ideología que hay detrás sea más mentirosa que otras, sino de ese proceso descrito por Nietzsche de la culpa. Los que se salvan no tienen nada que ver con el superhombre, sino con la pérdida de la dignidad. Lo peor es que dicha pérdida es colectiva. La voz que se despliega para tratar este material procede, por suerte, de manera fría y distanciada. Lo malo es que parece que la autora no haya confiado en la capacidad del lector para desentrañar o construir el significado de las peripecias de los personajes, lo que la ha llevado a ofrecer un texto excesivamente masticado. A ratos se explica lo obvio, sin que estas explicaciones tengan alguna otra función narrativa que las legitime, y, cuando no es tan obvio, no se deja pie a que el lector interprete. Por otra parte, el título original, The Vagrants (“Los vagabundos”), me parece más ajustado que el que se ha elegido para la traducción.
Por Elvira Navarro
Me ha gustado mucho aunque es un libro muy duro.
Las pasiones, las miserias y las esperanzas tan intemporales se retratan en esta novela que recrea la parte más sórdida de aquellos años terribles de la Revolución Cultural que Yiyun Li vivió.
Felicidades por tu estupendo blog.
Un saludo afectuoso.
A mí también me gustó mucho. Te deja una sensación incómoda de la realidad de esa situación