Yehonala. La última emperatriz de China
Yehonala. La última emperatriz de China
Keith Laidler
El Ateneo
9500259303
16.0x23.0 cm
325 pág.
Año 2005
13,90 € aprox.
Un día de 1856, el emperador Hsien Feng, siguiendo una antigua tradición, dio vuelta una ornamentada placa de jade que estaba depositada cerca de su alcoba.
La placa tenía grabado en el dorso el nombre de una joven y, con esa acción, el soberano llevó a su lecho a una nueva y muy deseada concubina, y sin querer selló el destino de la dinastía manchú.
Muchos siglos antes una profecía había anunciado que el dominio manchú en China sería llevado a la ruina por una mujer de la tribu Yeho-Nala.
En la penumbra de la alcoba, esta profecía se tornó en realidad. El emperador quedó embelesado con la joven que había elegido y, a partir de ese momento, el poder de la concubina sobre el emperador quedó sellado. Yehonala sería la última emperatriz de China.
Keith Laidler
El Ateneo
9500259303
16.0x23.0 cm
325 pág.
Año 2005
13,90 € aprox.
Un día de 1856, el emperador Hsien Feng, siguiendo una antigua tradición, dio vuelta una ornamentada placa de jade que estaba depositada cerca de su alcoba.
La placa tenía grabado en el dorso el nombre de una joven y, con esa acción, el soberano llevó a su lecho a una nueva y muy deseada concubina, y sin querer selló el destino de la dinastía manchú.
Muchos siglos antes una profecía había anunciado que el dominio manchú en China sería llevado a la ruina por una mujer de la tribu Yeho-Nala.
En la penumbra de la alcoba, esta profecía se tornó en realidad. El emperador quedó embelesado con la joven que había elegido y, a partir de ese momento, el poder de la concubina sobre el emperador quedó sellado. Yehonala sería la última emperatriz de China.
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